Conoce el trámite legal para convertir tu vehículo en vivienda
Camperizar un vehículo no es tan complicado pero hay que saber que la transformación que le hagamos a vehículo vivienda no se termina en el taller. Toda transformación que se haga y que implique cambios en su estructura, o que lleve una instalación de gas por ejemplo necistará varios documentos para legalizarla. La legislación actual requiere demostrar que las condiciones de seguridad del vehículo original no se han visto alteradas por las reformas realizadas.
Si te va el bricolaje y tienes tiempo puedes equipar tú mism@ tu furgo teniendo en cuenta qué documentación necesitas. Pero al no ser un profesional autorizado necesitaremos que quienes sí lo son certifiquen la reforma. En ese caso, ponemos a tu disposición accesorios y materiales que nosotros usamos para nuestras camperizaciones, así como información sobre el trámite técnico-administrativo de la legalización. Por cierto, todos se pueden conseguir fácilmente si se ha hecho un buen diseño y trabajo, pero prepara la cartera.
El primero de los consejos básicos para evitar sorpresas en las temidas ITV: conocer el documento oficial donde se detallan estas cuestiones: el Real Decreto 736/88, que exige en materia de transformación de vehículos vivienda lo siguiente:
El proyecto técnico de la transformación con el certificado de la ejecución de la reforma, especificando pesos y medidas. Debe incluir un plano pormenorizado de la misma. Este documento tiene que estar visado por el Colegio de Ingenieros Industriales. Este proyecto lo puede realizar cualquier ingeniero técnico industrial que esté colegiado. El precio oscila entre 350 y 450 €.
Además de estos documentos esenciales, también se exige un Certificado eléctrico en caso de llevar la instalación de 220V, que es lo normal, expedido por un electricista autorizado; y el certificado de gas, si se ha instalado, expedido por un instalador autorizado. Ambos certificados pueden tener costes adicionales de unos 300 euros.
Y para terminar se exige el Certificado del taller donde se haya realizado la reforma. Es por este requisito por lo que normalmente no lo hace uno mismo así seas un manitas. A veces el ingeniero que haya realizado el proyecto técnico puede conseguirlo o incluso en un taller se puede conseguir, después de verificar la reforma, pueden darte el documento con un coste añadido. Esto significa que el taller se hace responsable de la reforma.
Y otro de los documentos de los que habla el decreto pero, que normalmente presentando los anteriores no lo están exigiendo, es el Certificado del fabricante del vehículo autorizando dicha reforma. Además de que no lo suelen pedir, tampoco el fabricante lo suele dar. Si se hace hay que exigir al fabricante que en dicho certificado especifique (aunque sea resumido) las partes principales de dicha reforma, como por ejemplo la modificación del número de plazas. El precio puede llegar hasta los 200 euros y depende de lo que quiera el concesionario.
Todos estos documentos se exigen en modelos oficiales y las copias las facilitan en cualquier oficina de ITV. Es importante señalar que, para que un vehículo pueda considerarse como “vehículo vivienda” (reforma número 25), debe contener al menos: un asiento convertible en cama, mesa, un módulo de cocina y algún módulo de armario o similar.
Para pasar la ITV con éxito y sin sorpresas hay que tener algunas cosas en cuenta como que la sujeción a la carrocería sea firme, no darán plazas de viaje en un asiento que no esté legalizado, sólo contarán los que estén en la ficha técnica, cinturones de seguridad con anclaje homologado si se han transformado las plazas, no pueden existir aristas en los muebles que puedan causar daños, ventilación permanente con rejillas o claraboyas, la instalación de gas en cobre con llaves independientes de corte, compartimento de la botella de gas con rejillas de aireación, etc. Éstos son algunos de los detalles a tener en cuenta. Si el inspector que nos toca en la ITV nos viene con algunas exigencias absurdas podemos dar conocimiento del tema al Ingeniero jefe de la estación, que conocerá mejor la normativa, y exigir que especifiquen por escrito todos los posibles defectos a subsanar, con el fin de que en la siguiente revisión no nos exijan otros arreglos distintos.
Convertir un furgón en vivienda es un proceso apasionante que empieza desde el esqueleto de nuestro vehículo, y que va poco a poco recubriéndose de accesorios que se ajustan a nuestras necesidades y gustos para viajar.
Lo primero es aislar. Para ello recubrimos el interior de paredes, techos y suelos. Colocaremos mobiliario como armarios que pueden quedar en alto, bajo o baúles, mesa (desmontable o plegable) cama, en estructura o sobre baúles, encimera (grifería, fregadero, cocina fija, cocina portátil), y lo que quieras añadir. Para el mobiliario es fundamental la fijación, bien firme a la carrocería, y sin aristas, las puertas o tapas también deben quedar sujetas mientras se circula para que no se abran, Podemos añadir asientos, bases giratorias, ventanas, claraboyas o techas elevables (rígidos o sobreelevado), instalaciones eléctricas con tomas de corriente, inversores, placas solares, cocina, nevera o calentador de agua con gas, instalación de agua en depósito para aguas limpias, y para aguas sucias, la bomba de agua; calefacción de gas, con diesel o eléctrica, etc.
Recuerda que todo es posible siempre y cuando se cumplan las exigencias legales. Y que aunque haya que preparar la cartera para tener una furgo bien equipada, vas a amortizarla en poco tiempo viajando cómoda y económicamente por donde quieras.
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