Conoce a Dr.Wagen
“Me apasiona meterme en las entrañas del motor y modificar todo lo modificable para que quede como uno hecho de origen”
Nos recibe este joven sevillano en su flamante taller mecánico de la calle Cromo en el Polígono Calonge de Sevilla. Se observa un profundo lavado de cara de la nave que le ha llevado varias semanas y que ha incluido pintura, baño nuevo, reforma en la oficina, limpieza a fondo… Todo con la ilusión de quien comienza un largo camino por la senda que ha elegido. Lo que llevó a este genio de la mecánica furgonetera a destacar entre los expertos del sector fue su afición al mundo de las camper. Mente sobresaliente y autodidacta, Daniel Serrano Romero tiene 35 años, manos marcadas por los tantos motores que ha reparado, y una nueva ilusión: debutar como propierario de un taller.
En estos tiempos que corren y tú montando una empresa. Un atrevimiento, ¿Por qué?
Porque lo que más deseo es vivir de esto, en mi ciudad, tener un centro de reparación integral con una clientela satisfecha, dar cobertura en la zona a todos los aficionados, e incluso ser reconocido más lejos. Mi motivación ha sido darle una vuelta de tuerca en profesionalidad a lo que sé hacer. Y como pilares de este proyecto la transparencia y la confianza, con compañeros y con clientes.
Pero no es éste un taller integral cualquiera, tiene una especialización en el mundo camper que lo hace especial. ¿Tiene cabida un proyecto así en Sevilla?
Sí, claro. El incremento de vehículos de este tipo y la poca mano de obra especializada más bien lo hace necesario. Hay mucho público en Adalucía y en general en España, cada vezmás, y no muchas personas que sepan hacer ciertos trabajos con estos vehículos. Además está la parte legal que también hay que conocerla, sino luego serán todos problemas.
Llevas unos años trabajando en esto, pero tu relación con las camper comenzó antes, cuéntanos.
Sí, a mí me llevó mi propia afición a elegir que quería dedicarme a esto. Al principio compré una furgo y comencé poco a poco a equiparla más o menos, sin tener mucha idea pero sí mucho atrevimiento. Entonces trabajaba montando grúas y mi afición era salir el finde con la furgo a la montaña o la playa. Empezó a atraerme mucho este mundo, a mí siempre me gustó crear, construir, arreglar… hacer todo con mis manos. Así que comencé haciéndole modificaciones cada vez más complicadas con lo que veía por ahí, consultaba manuales en internet o me inventaba lo que no conseguía. Ya cambiaba motores, cuando conocí a Fran, el propietario de Karvan’s -el taller donde trabajé todo este tiempo-, quien me quiso incluir rápidamente en el equipo. Estuve seis años allí, mucho tiempo como jefe de taller y aprendí a hacer de todo.
Es cierto que ya se te conoce en el sector, pero sobre todo muchos te buscan por una especialidad: el montaje de motores TDI, ¿Es un trabajo muy exclusivo?
La verdad que sí, y muy complicado. Cuando yo empecé a investigar en Alemania ya se hacía este trabajo, pero me dí cuenta que en España no hay muchos mecánicos que lo hagan con la garantía suficiente. Es decir, el cambio de motor a un TDI, esto que ahora se conoce como swaps, requiere de mucho trabajo porque hay que rediseñar la instalación del motor, es lo más parecido al trabajo de los ingenieros diseñadores de coches. Y esto es precisamente lo que a mí más me apasiona, meterme en las entrañas del motor y modificar todo lo modificable para que quede como uno hecho de origen, alcanzando la máxima perfección en su diseño y ofreciendo garantía en el trabajo realizado.
«El cambio de motor a un TDI, esto que ahora se conoce como swaps, requiere de mucho trabajo porque hay que rediseñar la instalación del motor, es lo más parecido al trabajo de los ingenieros diseñadores de coches. Y esto es precisamente lo que a mí más me apasiona.»
Sin embargo, vas más allá de la mecánica, camperizas las furgos desde cero y esto tampoco debe ser fácil que digamos.
Ése es un trabajo también de diseño, de estudiar previamente el espacio con el que contamos y cómo lo quiere aprovechar el dueño. Lo primero es lo más difícil, dar con la organización del espacio más eficiente, y antes de instalar todo estudiar con detenimiento cada detalle, comenzando desde el interior, dando forma, como una piel que reviste el esqueleto inicial. Digamos que una vez hecho el diseño lo demás viene rodado.
Qué le recomendarías a alguien que quiera iniciarse en esta forma de viajar antes de comprar una?
Yo aconsejo consultar y asesorarse. E incluso lo ideal es probar a viajar antes.
Hay mucha oferta en el mercado, furgonetas de muchas edades diferentes, con muchas prestaciones y motorizaciones distintas, pero cada uno tiene unas necesidades concretas. Eso sí es único de cada persona. Cada uno sabe si la quiere para viajar los fines de semana, para ir a hacer algún deporte, llevar material y dormir, otros la querrán para hacer camping y cocinar y disfrutarla, unos viajan sólos, otros tienen familia… También hago ese trabajo de asesorar la compra. Recopilo esa información de la persona y del uso que le va a querer dar, teniendo en cuenta además el presupuesto, le oriento sobre qué es lo mejor en su caso. Pero, sin duda, lo oportuno es probar y luego decidirse.
Cuando te llega una furgoneta sin camperizar, digamos en bruto, dejas volar tu imaginación… ¿Hasta dónde puedes llegar? ¿Cuáles son los límites?
No, no hay. Lo primero es de nuevo orientar a la persona sobre qué es lo que necesita. Volvemos al caso anterior. Posibilidades de habitabilidad las hay infinitas, pero hay que ver qué necesita cada persona, y con qué presupuesto cuenta. A partir de esa ecuación existe un abanico amplísimo de posibilidades, no sólo me refiero a lo que propiamente construyamos en Dr. Wagen sino hablo en general en el mercado, hay de todo. Se puede tener placa solar, agua caliente, frigorífico, baño, etc. Ya dependerá de lo que el usuario necesite.